La salud mental de los niños es muy importante para su futura vida de adulto, por lo tanto, proveer los medios necesarios para la salud mental infantil más que una necesidad se convierte en una obligación.
En este artículo encontrarás algunos consejos para fomentar una buena salud mental en los niños.
Consejos para mejorar la salud mental infantil.
Antes de leer estas recomendaciones, es necesario que sepas que son generales y pueden cambiar dentro de tu hogar, de acuerdo a los diferentes contextos a los cuales están expuestos los niños y el grupo familiar.
Sigue estos consejos para fomentar niños sanos desde el punto de vista mental y emocional:
1. Cuida la autoestima del niño
Desde el nacimiento, los niños empiezan a desarrollar el sentido del “Yo” y a formar la autoestima de su ser. Los niños asimilan el tono de voz, el lenguaje corporal y todas las expresiones desde el momento del parto.
Tanto las palabras como las acciones, van a tener un impacto en el desarrollo de la autoestima de los niños.
Celebra con él cada logro, aunque sea pequeño, para que se sienta orgulloso y quiera seguir cosechando victorias a lo largo de su desarrollo y su vida.
Cómo identificar un niño con baja autoestima
La baja autoestima en los niños no es tan fácil de identificar, sin embargo, la presencia de estas señales pueden ser indicativos de que tu pequeño tenga un bajo nivel de autoestima:
● Tiene una actitud crítica consigo mismo, siente que nada le sale bien.
● Se muestra dudoso a la hora de tomar decisiones, por miedo a equivocarse.
● Busca complacer a todos, para obtener su aprobación y por temor a desagradar o perder la buena opinión de los demás.
● Es perfeccionista y tiene una alta autoexigencia.
● No se sienten orgulloso de sus logros.
● Presenta estados de ánimo triste o una actitud inhibida.
● Es poco sociable y se le dificulta hacer amigos.
● Puede mostrar una actitud desafiante o agresiva, con episodios de irritabilidad, incluso por circunstancias sin importancia.
Si reconoces varias de estas características en tu niño, puede ser necesario una consulta con un psicólogo o psiquiatra infantil, con la finalidad de desarrollar una autoestima saludable y prevenir el estrés en los niños.
2. Más felicitaciones y menos regaños
Muchos padres regañan y critican a sus hijos, más de lo que los felicitan por haber obtenido un logro o por hacer las cosas bien.
Es importante para la autoestima y la salud mental del niño, reconocer las buenas acciones.
Esto genera sentimientos de orgullo, que perdurarán en el tiempo, mucho más que las constantes quejas por hacer las cosas mal.
Un abrazo, un beso, una palmada e incluso un simple elogio, son suficientes para demostrarle al niño que está haciendo las cosas bien y que tiene tu aprobación y reconocimiento.
3. Limita sus acciones con autoridad
Los roles dentro de la familia deben estar bien delimitados. Los niños deben reconocer la autoridad de los padres, la cual debe ser firme, pero afectiva, para generar confianza y autonomía en los niños.
Debes contribuir con la formación de una personalidad sana, que en un futuro permita el desarrollo de seres humanos autónomos e independientes.
Decir que “no” en ocasiones también está bien, no debes sentirte mal, deprimido o culpable, por decirle que no a tu hijo.
Recuerda que forma parte de la educación y ese “no”, permite orientar al niño sobre las acciones que no debe realizar, que algo no está bien o que no se debe actuar de esa forma.
4. Las reglas aplican para el hogar y fuera de él
La sociedad se rige por normas y deberes previamente establecidos, que deben ser respetados en todo momento.
De la misma forma, dentro del hogar se deben crear estos límites, qué permitirán al niño desarrollar la disciplina y el autocontrol necesarios para una buena salud mental.
Cuando las reglas son incumplidas deben existir consecuencias y ser consecuente con ellas.
No tiene sentido advertir al niño sobre un mal comportamiento, sin demostrarle que existen consecuencias por sus actos.
Un sistema de premiación-castigo que le permita al niño entender que todo acto, sea bueno o malo, traerá consecuencias, permite que el niño entienda que es su responsabilidad cualquier acción que lleve a cabo.
Es dentro del grupo familiar donde se asientan los valores y principios, por los cuales se regirá el niño dentro de la sociedad y que, de una forma u otra, facilitará las relaciones que tenga cuando sea adulto.
5. Dedícales tiempo de calidad
Si hay algo especial para los niños, es pasar tiempo con sus padres. No debes sentirte mal si eres un padre trabajador y tienes poco tiempo para dedicarle a tus hijos, lo importante es que encuentres la forma de pasar tiempo de calidad con ellos.
Sal un fin de semana con ellos, ten una noche de películas o juegos, desayuna con ellos antes de ir al trabajo, etcétera.
Sé creativo y crea momentos especiales con tus hijos, ellos siempre lo recordarán, incluso más que un regalo costoso.
6. De tal palo, tal astilla
Tal cual como dice el refrán, nuestros niños observan cada uno de los actos de sus padres y aprenden mucho de ellos. Así que intenta ser el mejor modelo a seguir.
Debes estar consciente, que los niños te están observando en todo momento y que probablemente, esa sea la conducta que tomen en un futuro.
Si eres honesto, cordial, respetuoso, amable y tolerante, lo más probable es que tu hijo también lo sea cuando sea adulto.
7. La comunicación es pilar de la salud mental
En la actualidad existen una infinidad de formas para comunicarnos, con el teléfono móvil y las redes sociales, pero irónicamente estas se convierten en distracciones que impiden la buena comunicación dentro de la familia.
Es importante tener espacios para hablar de forma personal con los niños. Aclara sus dudas, descubre como se sienten, conoce sus inquietudes y escucha sus opiniones, para así poder comprenderlos y ayudarlos a resolver los problemas propios de la infancia.
Explica y deja en claro cada uno de los actos, para que el niño no forme juicios de valor, sino que entienda por qué suceden las cosas y que todo tiene una consecuencia.
Si no sabes cómo comunicarte con él o sientes que las situaciones que el niño te plantea escapan de tu entendimiento, no dudes en buscar apoyo profesional con el pediatra, el psicólogo o el psiquiatra.
8. Mientras el niño crece tú también creces
La crianza de los niños no es una estructura rígida y generalmente es diferente de familia en familia, de hijo en hijo e incluso en el mismo niño de acuerdo a su edad.
Lo importante es asumir con firmeza, afectividad, responsabilidad, flexibilidad y reflexión, cada uno de los momentos que acontecen durante el desarrollo del niño para así mantener una buena salud mental.
Existen distintos factores que pueden alterar el comportamiento y el desarrollo de los niños. Por tanto, el estilo de crianza debe ser flexible y modificarse de acuerdo al entorno y el desarrollo psicomotor de los niños.
Las necesidades que tiene un niño de 1 año, no serán las mismas que las de un niño de 7 años o un adolescente. Debes crecer como padre a medida que el niño crece.
Cada etapa es diferente y es crucial la adaptación a cada una de ellas. Presta la atención y la estimulación necesaria para cada momento de la vida del niño.
9. Atentención con trastornos psicomotores en los niños
Los problemas psicomotores pueden estar presentes en cualquier niño y deben ser afrontados de la mejor manera por los padres.
Facilita mecanismos de adaptación para el niño que le permitan un mejor desarrollo y faciliten la convivencia dentro de la sociedad.
Algunos ejemplos de trastornos psicomotores en los niños son:
● Trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
● Trastorno de adquisición de la coordinación.
● Dificultad para escribir.
● Trastorno del tono muscular.
● Movimientos anormales.
● Incapacidades del aprendizaje no verbal.
● Trastorno de la dominancia lateral y la confusión derecha-izquierda.
Puedes sospechar de estos trastornos, si a tu hijo se le dificulta vestirse, utilizar cubiertos o tijeras, aprender a escribir o leer, etcétera. En general, existe dificultad para el aprendizaje de nuevas habilidades.
Si logras identificar alguna de estas características en tu niño, puede ser un buen momento de consultar con un pediatra o neurólogo infantil.
10. Tu salud mental también importa
Puedes tener errores, puedes equivocarte, puede que no seas el mejor padre o la mejor madre, incluso habrán momento de ansiedad, pero recuerda que la crianza es un proceso de aprendizaje, tanto para el niño, como para ti.
Por lo tanto, no te sientas mal por no contar con todas las habilidades de una supermamá o un superpapá.
Fortalece tus mejores habilidades y trabaja en tus debilidades, usa la neuroplasticidad cerebral para adaptarte a los distintos desafíos de la vida de padre.
A veces necesitarás tomar un respiro y dedicarle tiempo a tus necesidades, para que te sientas mejor contigo mismo, puedas liberar todas las cargas que trae consigo la crianza de los hijos y mantengas una buena salud mental.
En este artículo puedes conocer los motivos para acudir al psiquiatra.
11. Papá y mamá deben fomentar una mente sana
El proceso de crianza, no se trata solo del desarrollo del niño, también implica el crecimiento como pareja y familia.
Debe existir un verdadero trabajo en equipo, con apoyo mutuo, que implique responsabilidad, firmeza, afectividad e inteligencia, para acompañar al niño durante su desarrollo.
Es normal que existan diferencias entre la pareja, ya que ambos vienen de familias y padres con distintos comportamientos.
Sin embargo, estás diferencias deben ser discutidas en espacios en los que los hijos no sean partícipes y se deben buscar acuerdos en beneficio de los niños.
Siempre procura demostrar el respeto del uno por el otro para que el niño aprenda a convivir con otras personas.
La desautorización o crítica a la pareja en presencia del niño no necesariamente le quitará valor a la relación padre-hijo, pero probablemente debilitará el trabajo en equipo necesario de los padres.
12. Por último, pero no menos importante: el amor
Aunque pueda parecer obvio, muchas veces se nos olvida demostrarle y hacerle saber a los pequeños de la casa, que por sobre todas las cosas los amas profundamente.
Aunque debemos guiarlos y corregirlos durante su desarrollo, algo mucho más importante, es mantener y hacer sentir un ambiente de amor y paz dentro de la familia.
¿Qué otro consejo agregarías? ¿Te consideras un buen padre o madre? ¿Qué cambiarías?
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