Neuroplasticidad: nuestro cerebro cambia constantemente

miércoles, 22 de febrero de 2023

Neuroplasticidad

    El cerebro es un órgano dinámico cuyo crecimiento y organización varía según las experiencias de vida de cada persona. Esta variación cerebral se conoce como neuroplasticidad, descubre más en este artículo.

¿Qué es la neuroplasticidad?

    Contrario a lo que se pensaba hace algunos años, el cerebro tiene la capacidad de adaptarse y reestructurarse ante las nuevas situaciones que se presentan.

    Al leer un libro, ver un documental o simplemente conversar con alguien, tu cerebro establece nuevas conexiones neuronales.

    La neuroplasticidad viene dada por esta capacidad que tiene el cerebro para cambiar su estructura y su funcionamiento en cualquier momento de la vida.

    Desde el punto de vista médico, la neuroplasticidad o plasticidad cerebral, consiste en un proceso neurobiológico en donde el cerebro tiene la capacidad de recuperarse, reestructurarse y adaptarse a las nuevas situaciones.

    Este proceso hace que el sistema nervioso cambie su reactividad como resultado de las activaciones sucesivas de la vida, que le permiten tener cambios adaptativos y reorganizarse en un estado fisiológico, ya sea que esté alterado o no.

    También se puede definir la neuroplasticidad como toda respuesta cerebral que se origina frente a cambios internos o externos, que modifica la organización de la percepción (como vemos el mundo) y la cognición (como aprendemos).

¿Cómo funciona la plasticidad cerebral?

  La plasticidad cerebral es un proceso continuo a corto, mediano y largo plazo de remodelación de los mapas neuronales, que optimiza el funcionamiento de las redes cerebrales durante el desarrollo embrionario, la infancia, la adolescencia, la vida adulta y posterior a daños del sistema nervioso.

    Aunque este proceso se presenta principalmente durante la infancia y la adolescencia, dura a lo largo de toda la vida, haciéndose más lento con el paso de los años.

Plasticidad cerebral

    La neuroplasticidad implica que las neuronas pueden regenerarse tanto anatómica como funcionalmente y formar nuevas conexiones sinápticas. Esta plasticidad del sistema nervioso central se presenta gracias a
diversos mecanismos:

        • Neurogénesis o formación de nuevas neuronas. La formación de nuevas neuronas persiste en la edad adulta en ciertas zonas del cerebro

        • Apoptosis (destrucción de las células)

        • Brotes dendríticos y axónicos

        • Mejora y disminución a largo plazo de la transmisión sináptica

        • Reclutamiento de la corteza cercana
        
        • Reclutamiento del hemisferio contralateral

    Estos mecanismos no son aislados, pueden suceder en conjunto para dar los nuevos patrones cerebrales que se empezaran a desarrollar de acuerdo a las situaciones que se exponga el individuo.

Nuestro cerebro no para de cambiar

    Hasta hace pocos años se pensaba que el desarrollo y la recuperación del cerebro se detenía en la edad adulta y que, por lo tanto, nuestra estructura cerebral y nuestros patrones de pensamiento no podían modificarse.

    También se creía que las neuronas y el tejido cerebral era incapaz de regenerarse, pero gracias a las nuevas técnicas de neuroimagen cerebral, se ha podido demostrar la dinámica del sistema nervioso central y su funcionamiento.
    
    Mediante adaptaciones en la expresión génica y la liberación de neurotrofinas y neurotransmisores, las experiencias inducen un proceso de realineamiento celular y reorganización de redes neuronales a lo largo de los años.

    En otras palabras: nuestro cerebro es flexible y modificable.

El entorno puede modificar nuestro cerebro

    En 2011 Mary L. Dombovy definió la neuroplasticidad como cambios en las redes neuronales en respuesta al entrenamiento, el daño, la rehabilitación, la farmacoterapia, estimulación eléctrica o magnética, y a terapias genéticas y de células madres.

    Gracias al descubrimiento de la neuroplasticidad, hoy en día se puede aplicar la neurorehabilitación.

    La plasticidad cerebral permite que los efectos de algunos trastornos neuronales como el Parkinson, Alzheimer, esclerosis múltiple o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se ralenticen o incluso mejoren.

    Los patrones de conducta pueden modificarse gracias a la neuroplasticidad, ese mito de que nadie cambia cuando es adulto ya ha sido desmentido.

Cómo mejorar neuroplasticidad

    El cerebro tiene la capacidad de ser entrenado y modificar las conexiones de acuerdo a las circunstancias cambiantes del entorno.

    Existen algunas actividades que pueden mejorar tanto la función cerebral como la neuroplasticidad.

Dormir, tu cerebro necesita descansar

    Se ha demostrado que la falta de sueño y las personas con trastorno del sueño sufren déficit cognitivo, lo que disminuye su capacidad para aprender cosas nuevas y recordar información.

    Al descansar nuestro cerebro fortalece las conexiones entre las neuronas, incluso las siestas de entre 45 a 60 minutos mejoran la capacidad del cerebro de crear estas conexiones.

Actividad física, entrenar tu cuerpo mejora la salud mental

    Además de los beneficios cardiovasculares que trae una rutina deportiva semanal, con al menos 30 minutos durante 3 días de ejercicio aeróbico, también influye en la capacidad intelectual, la salud mental y la plasticidad cerebral.

    Es bien sabido que las actividades deportivas disminuyen el riesgo de depresión, Alzheimer y otros trastornos neurológicos.

    Caminar mirando a lo lejos es una buena forma de bajar la ansiedad, el estrés y las cargas del día a día.

Pon a funcionar el cerebro

    Lo que no se usa se atrofia, por lo tanto, nuestro cerebro podríamos considerarlo como un músculo que necesita ser entrenado para que mantenga sus funciones al día.

cerebro entrenando

    Leer un libro, escribir, dibujar, realizar ejercicios de agilidad mental, entre otras actividades que estimulen la función cerebral, permiten una mejor plasticidad del cerebro.

    Mejorar la cognición, estimulando nuestra creatividad, aprendiendo cosas nuevas e innovando, mantendrá la capacidad de tu cerebro de transformarse constantemente.

Mindfulness o conciencia plena

    La práctica diaria de la meditación de atención plena permite el crecimiento del hipocampo y disminuye el tamaño de la amígdala cerebral.
    
    Un hipocampo sano mejora la capacidad de concentración, aprendizaje y memoria. Por su parte, una disminución del tamaño de la amígdala disminuye el miedo y la incertidumbre, así como los estados de ansiedad y depresión.

Acupuntura

    Diversos estudios han demostrado que la acupuntura puede activar las regiones cerebrales relacionadas con la función motora, el lenguaje y la cognición.

    Esto le permitiría modular la plasticidad del cerebro, incluso en personas que han sufrido accidentes cerebrales.

    El concepto de la neuroplasticidad nos invita a transformar nuestras vidas constantemente, nuestro entorno influye directamente en la estructura cerebral, pero más que el entorno es como percibimos cada situación que se nos presenta.

    Procura mantener una actitud positiva, tu cerebro y tu mente se encargarán del resto.

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