Para muchos la artrosis y la artritis son la misma enfermedad, pero se trata de dos patologías distintas. Acompáñame hoy a descubrir la diferencia entre artrosis y artritis.
· La inflamación afecta tanto a la articulación como a los tejidos que las rodean, pudiendo incluso extenderse a otras partes del cuerpo.
Diferencia entre artrosis y artritis ¿Qué son?
Sí, es cierto que ambos términos se parecen mucho y que tanto la artrosis como la artritis afectan principalmente las articulaciones, en la mayoría de los casos a las mujeres.
Pero las causas por las que se producen y los signos y síntomas son completamente distintos:
¿Qué es la artrosis?
La artrosis la podríamos definir como un desgaste progresivo y continuo del cartílago en las articulaciones.
Se asocia con el envejecimiento y el desgaste articular que ocurre con el pasar de los años.
El sobrepeso, la obesidad y la sobrecarga de la articulación, ya sea por movimientos forzados o repetitivos, aumentan el riesgo de desarrollar artrosis.
También algunos deportes y trabajos, especialmente donde se realizan tareas repetitivas y forzadas, representan un factor de riesgo para artrosis.
¿Qué es la artritis?
La artritis por definición es la inflamación de las articulaciones.
Puede presentarse a cualquier edad, desde la infancia o la adolescencia hasta en las personas mayores, donde es más frecuente.
Se han descrito más de 100 tipos de artritis, pero la principal es la artritis reumatoide, en donde el sistema inmunológico ataca las articulaciones produciendo su inflamación.
Otras causas frecuentes de artritis son las de origen infeccioso y por otras enfermedades como la psoriasis, el lupus o la gota.
Síntomas de la artrosis y la artritis
Ambas enfermedades comparten síntomas como el dolor y la rigidez articular, sin embargo, los síntomas se manifiestan de manera diferente en cada una.
Síntomas de la artrosis
La artrosis afecta principalmente articulaciones que soportan mayor peso y realizan un mayor esfuerzo, como las caderas, rodillas, hombros, muñeca, dedos de la mano y la columna vertebral.
Otras características propias de la artrosis son:
· Por lo general afecta solo a una o dos articulaciones.
· El curso de la artrosis es variable, dependiendo de la articulación afectada y el desgaste articular que exista.
· La evolución suele ser lenta y progresiva, con episodios de dolor y rigidez ocasionales que aumentan con el paso del tiempo.
· Los síntomas están focalizados en la articulación afectada.
· El dolor que se presenta en la artrosis es de tipo mecánico, empeora con los movimientos y mejora con el reposo.
· La rigidez se manifiesta en la articulación afectada después de periodos de inactividad y mejora una vez se retoma el movimiento de la articulación.
Síntomas de la artritis
En la artritis reumatoidea y en otros tipos de artritis, generalmente se afectan varias articulaciones de forma simétrica y los síntomas se presentan por brotes.
Otras características propias de la artritis son:
· El dolor articular se acompaña de inflamación y enrojecimiento de la zona.
· La inflamación afecta tanto a la articulación como a los tejidos que las rodean, pudiendo incluso extenderse a otras partes del cuerpo.
· Puede provocar síntomas generales como fiebre, malestar general, fatiga, falta de apetito y pérdida de peso.
· El dolor en este caso es de tipo inflamatorio, especialmente durante la mañana o la noche, aunque en ocasiones puede ser continuo.
· A diferencia de la artrosis, la artritis suele empeorar con el reposo.
· La deformidad, rigidez y limitación de los movimientos en las articulaciones, se presenta de forma generalizada, con mayor intensidad al levantarse y con una duración más prolongada.
· Con el paso del tiempo, la artritis puede afectar otros órganos con complicaciones como la vasculitis, pleuritis, pericarditis y enfermedades oculares como el ojo seco.
Tratamiento de la artrosis y la artritis
Tanto para la artritis como para la artrosis, el tratamiento va encaminado a disminuir los síntomas y mejorar el funcionamiento de las articulaciones, además de enlentecer su evolución.
Comúnmente el dolor en ambos casos se maneja con analgésicos y antiinflamatorios orales.
La fisioterapia también es útil en ambos casos para mejorar la función de las articulaciones y enlentecer el progreso de la enfermedad articular.
La pauta específica a seguir en el caso de la artritis, va a depender del tipo de artritis.
En el caso de la artritis infecciosa se usarán antibióticos, mientras que en la artritis reumatoide y la psoriasis se usan fármacos antirreumáticos.
En el caso de la artrosis, pueden utilizarse algunas soluciones ortésicas para descansar la articulación.
En la artrosis del pulgar o rizartrosis son útiles las muñequeras para la rizartrosis. En la artrosis de rodilla o gonartrosis, las rodilleras elásticas pueden disminuir los síntomas.
También es recomendable realizar ejercicios de bajo impacto para mantener el tono muscular adecuado, ya que la inmovilización prolongada puede causar atrofia muscular.
Cuando los tratamientos conservadores no logran los resultados esperados, puede ser necesario recurrir a la cirugía para reparar o reemplazar algunas articulaciones.
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