Cómo cuidar y limpiar los oídos del bebé

martes, 21 de junio de 2022

Cómo cuidar y limpiar los oídos del bebé

            El cuidado de los oídos es fundamental durante la infancia, ya que a través de ellos, el bebé recibe una parte importante de los estímulos que ayudan con su desarrollo intelectual. Consulta hoy cómo cuidar y limpiar los oídos del bebé.

Cómo cuidar los oídos de los bebés

            El cuidado que se le dé a los oídos del bebé, va a repercutir en su edad adulta; muchos de los problemas de audición en adultos, son consecuencias de malos hábitos durante la infancia.

            Existen muchos mitos en cuanto a lo que se debe y lo que no se debe hacer durante el cuidado de los oídos. Intentemos aclarar la mayoría para que los oídos de tu pequeño se mantengan sanos:

Cuidado con las infecciones de oído

            La infección en el oído, es muy frecuente en los niños. Cuando ocurre la infección en el oído, se inflaman las partes de este y se conoce como otitis. Puede ser externa, media o interna, dependiendo de las estructuras afectadas.

            Si notas alguno de los síntomas de la otitis, como dolor de oído, secreción a través del oído o fiebre, debes consultar con el pediatra para determinar el tratamiento adecuado, evita automedicar a los niños.

            Las infecciones del oído que no se tratan correctamente, pueden ocasionar daños en el oído del bebé, incluso pérdida de la audición en un futuro.

No debes introducir nada en los oídos del niño

            Un mito erróneo es que las infecciones del oído pueden ser provocadas por la falta de higiene, ya que los oídos de los bebés tienen su propia medida de protección natural y es la cera que generan.

            La cera del oído evita la entrada de gérmenes y cuerpos extraños. Se genera continuamente, reemplazando a la antigua cera que va desprendiéndose sola, de esta forma el oído se mantiene limpio y protegido.

            Basta con limpiar el pabellón externo y los pliegues de la oreja con un paño o una gasa húmeda. No es necesario que introduzcas nada en el oído de tu bebé, ni siquiera los bastoncillos o hisopos que comúnmente son vendidos para este fin.

            Cuando se introduce cualquier objeto en el oído del bebé, existen riesgos de dañar el tímpano, rasgar el conducto auditivo o formar un tapón de cera que luego será más difícil de extraer.

Visita al especialista


            En caso de que el bebé tenga un tapón de cera en el oído, dolor de oído asociado a fiebre, pérdida de la audición o alguna secreción a través del oído, es importante que consultes con el pediatra o en su defecto un otorrinolaringólogo.

            No utilices remedios caseros o automediques al niño, sin el consentimiento de un médico.

Mantén secos los oídos del bebé

            La humedad en los oídos puede favorecer la proliferación de bacterias y, por lo tanto, la infección del oído. Seca bien los oídos de tu niño después de un día de piscina, playa o río y posterior a la ducha diaria, con una toalla o paño suave.

            Si crees que entró agua en el oído del niño, ladea la cabeza hacia el lado afectado y pídele que de saltos para sacarla, la presión ejercida por el salto hará que el líquido salga.

            También procura que el agua en la que se bañara el niño, no esté contaminada y evita los lugares con aguas sucias como estanques o ríos. De igual manera, evita las piscinas con alta afluencia de personas, ya que estas tienden a favorecer la aparición de infecciones.

Protege los oídos del bebé del ruido

            El sistema auditivo de los bebés y los niños es más frágil y sensible a la estimulación que el de los adultos, si lo sobrecargamos podemos lastimar o dañar un sistema que aún está en desarrollo.

            La pérdida auditiva inducida por ruido o hipoacusia por ruido, resulta de la exposición continuada a ruidos fuertes. La exposición que tienen actualmente los niños ante la tecnología de audio para uso personal y el uso de otros dispositivos inteligentes, los ponen en riesgo de perder la audición por el mal uso.

            Como recomendación para prevenir daños auditivos, la OMS indica que los niños no deben escuchar aparatos a un volumen mayor de 75 decibelios, por más de 40 horas a la semana.

            Los audífonos deben usarse con cuidado en los niños pequeños. Hay que mantener el volumen en nivel intermedio y tomar descansos cada cierto tiempo para evitar la sobrecarga del tímpano.

Juguetes ruidosos

            Cuida los juguetes que utiliza tu bebé, ya que algunos suelen ser bastante ruidosos y pueden causar daño al sistema auditivo, especialmente en los niños pequeños tienden a llevarse los juguetes muy cerca de la cara y las orejas.

            Antes de comprar el juguete, escucha y pon atención al volumen de los sonidos que produce y elige otro si es necesario. También puedes colocar cinta adhesiva sobre el parlante o simplemente retirar la batería para evitar los sonidos.

Ambientes ruidosos

            Las navidades, conciertos, eventos deportivos, entre otros, donde se produce mucho ruido, pueden afectar los oídos de tu bebé. Durante estos eventos:

                 Utiliza protección para los oídos. Coloca auriculares, tapones u orejeras cuando exista la posibilidad de ruidos fuertes.

                 Mantén distanciado al bebé de las fuentes de ruido, aleja al niño de los altavoces y otros emisores de sonido.

                 Si a pesar de todo, el niño se queja de dolor o zumbido en los oídos, se muestra irritable o se lleva sus manos a las orejas, deberías considerar salir de ese lugar.

¿Cómo limpiar los oídos de mi bebé?

            La limpieza del oído se debe hacer de manera superficial y solo en la parte externa. Se hace con un paño húmedo, limpiando solo la parte de afuera del conducto y el pabellón auricular siguiendo todos sus rebordes, sin introducir el paño.

            En ningún caso puedes o debes utilizar el dedo, palillos, horquillas, lápices, llaves o cualquier otro instrumento alargado, para intentar sacar la cera del oído del bebé.

            Cualquiera de estos elementos alargados puede dañar el tímpano, en algún movimiento brusco e inesperado que realice el niño.

¿Se debe limpiar la cera de los oídos?

            En realidad no es necesario limpiar los oídos del bebé, la cera que forma el conducto auditivo, tiene la función de proteger los oídos de agentes extraños, como el polvo, la humedad y las bacterias, por tanto, no debes quitar la cera de los oídos.

            La cera antigua se seca y se desprende sola, a la vez que se desplaza al exterior del conducto. Por eso no es necesario preocuparse por la limpieza del conducto auditivo.

¿Cuándo limpiar los oídos del bebé?

            El mejor momento para limpiar los oídos del bebé es durante el baño diario, pero debemos tener cuidado de que no caiga agua en los oídos del bebé. Lo ideal es que vayas moviendo la cabeza del bebé, para evitar que el agua entre en los oídos.

            Durante el baño puedes fijarte en el color y la textura de la cera, la cual debe ser fina y amarillenta. Si notas algún cambio en la coloración o la textura de la cera, no intentes retirarla, deberás consultar con el pediatra para descartar una otitis.

            Luego del baño, asegúrate de secar bien el pabellón auricular y la parte externa del conducto. Puedes utilizar un bastoncillo para terminar de secar los pliegues del oído, sin introducir el hisopo dentro del conducto, siempre con movimientos de dentro hacia fuera.

Hisopos para limpiar el oído del niño

            Los hisopos o bastoncillos son útiles para limpiar solo la parte externa del oído, no debes introducirlos al conducto, ya que puedes empujar la cera y crear un tapón, que posteriormente será más difícil de extraer.

            También puedes lesionar las paredes del conducto, provocando dolor de oído en el bebé y dejando áreas expuestas que pueden desencadenar una infección. Incluso puede que el algodón de los bastoncillos se desprenda y quede atrapado dentro del oído del bebé.

            Una posibilidad, aún más grave, con el uso de hisopos, es la perforación del tímpano, que puede generar infecciones del oído medio, cicatrices en el tímpano e incluso la pérdida de la audición.

Mi bebé tiene un tapón de cera ¿qué hago?

            Si sospechas que el bebé tiene un tapón de cera en el oído, debe ser confirmado por el pediatra. No debes colocar gotas para disolver el tapón, sin que antes el médico logré descartar que el oído no esté presentando una otitis, ya que estas gotas podrían agravar el cuadro.

            Una vez el pediatra descarte la infección del oído, puede sugerir utilizar unas gotas que ablandan la cera del oído o aceite mineral en el conducto afectado, dos a tres veces al día, para ayudar a ablandar la cera y que salga con mayor facilidad.

Cómo colocar las gotas para los oídos

            En caso de que el pediatra autorice e indique gotas para los oídos, antes de colocarlas calienta el frasco moviéndolo entre tus manos, las gotas frías pueden molestar al pequeño.

            Cuando vayas a colocar las gotas, acuesta al niño sobre tus piernas y sostén la cabeza con una mano, mientras con la otra pones las gotas. Mantén al niño en esta posición durante al menos 2 minutos, para que las gotas puedan penetrar correctamente.

            Si tienes alguna otra duda sobre el cuidado de los oídos, no dudes en dejar tu pregunta en la caja de comentarios. Y si te gusto este artículo y crees que pueda servirle a alguien más, compártelo en tus redes.

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